Corresponsales

Hoy en día hablar del empoderamiento de la mujer hace que pensemos en muchas cosas, como en la importancia de la mujer en la sociedad, los derechos que merecen y el reconocimiento por el que muchas han salido a las calles a luchar. Pero ¿en qué momento hablamos del valor que nos debemos dar nosotras mismas?, ¿en qué momento hablaremos del amor y del respeto propio?

Tuve la oportunidad de platicar a fondo sobre este tema con la Directora de Universidad ICEL campus Tlalpan, ya que para muchas representa ese gran lugar que tiene una mujer fuera del hogar, siendo parte de una gran institución como es la universidad.

La experiencia, en lo personal, fue muy grata ya que compartir información con una mujer que día con día se levanta admirando a la persona que ve en el espejo, que cuida su cuerpo, salud y mente para ser la mejor versión de ella y que abraza a su niña interior; logra inspirar a muchas de nosotras, alumnas y demás mujeres que forman parte de la comunidad ICEL. Y siembra esa semilla en cada una para aprender a valorarnos y amarnos aún con nuestros defectos y virtudes.

— Como ya sabemos, una mujer ahora tiene el derecho de estudiar y de crecer intelectualmente y es por esto que nos gustaría que nos cuente sobre su vida profesional. ¿Qué rol desempeña como directora de uno de los campus de una universidad tan reconocida como lo es la Universidad ICEL? 

— Desde 2011 ocupo cargos directivos, muchas veces los demás creen que al ser directores ya no hacemos nada, sin embargo, tenemos la responsabilidad y la obligación de cumplir con ciertos requisitos. 

Empecé en el campus Cuautitlán, el segundo fue Lomas Verdes, el tercero Cuernavaca y ahora Tlalpan,  que es el segundo campus más grande de toda la universidad. 

— Más allá de todos estos títulos y de estos logros profesionales, quiero que me responda esta pregunta: ¿quién es Erika Montserrat?, ¿quién es como mujer?

— Hace mucho no me gustaba el nombre de Erika porque cuando mis papás me regañaban me decían así, pero hoy Erika Montserrat, es una persona libre en todos los sentidos, tanto en pensamiento como en el actuar. Es una persona que disfruta al máximo la vida y cada día, es una persona sensible y también que ama profundamente el deporte, soy una persona que estoy convencida de que no debí ser mamá pero hoy que tengo un niño de 14 años soy la más feliz y lo amo infinitamente. Además soy consciente de que antes de ser mamá soy mujer y no lo dejo de lado, es algo que la gente me ha criticado, no por esto he descuidado a mi hijo pero también sé que en algún momento él también va a partir y yo tengo que seguir conmigo misma, con Erika Montserrat.

Una amiga recientemente me decía: “tú eres la oveja negra pero feliz de la familia” y en efecto, amo lo que hago, aunque a diario implique un problema con algún alumno o docente. Siempre hago lo que quiero aunque no siempre salga como quiero, pero sé que lo que he vivido me ha pasado para ser quien hoy soy.

— Sabemos que desafortunadamente en nuestro México, resulta muy difícil ser mujer y crecer en lo profesional tanto como en lo personal, ¿cómo ha sido para usted este camino, se ha encontrado con obstáculos o injusticias?

— Principalmente el hecho de ser mujer ha sido un gran obstáculo porque inclusive aquí y otros lados en los que he tenido ya un puesto de dirección todo el mundo llega buscando a un director. Ha sido un gran problema por que creen que no tienes la personalidad o las agallas y la capacidad para organizar o llevar el mando, pero ni siquiera te conocen, solo que por el hecho de ser mujer creen que no cuentas con estas capacidades y no es así, eso es algo que como sociedad no logramos superar.

— Algo que también escuchamos demasiado en las calles y hasta en las propias familias mexicanas es, ¿cómo una mujer va a ser capaz de dirigir, de tener un alto mando?, ¿qué le diría a todas esas personas que piensan así? 

— Siendo honesta, no les diría nada. Creo que el actuar hace la diferencia y si tú actúas diferente eso enseña mucho, más que lo que hablas y en tu actuar está el ejemplo. Como te mencionaba anteriormente, yo nunca quise ser mamá, cuando me enteré que estaba embarazada sólo pensaba en cómo le iba a hacer, pero hoy sé que tengo una responsabilidad muy grande con ustedes, como mis alumnos y por supuesto con ese niño que será alumno de esta escuela si es que yo sigo aquí. Pero es eso, es tu actuar lo que marca la diferencia. 

— ¿Qué opina usted sobre la importancia del empoderamiento de la mujer en estos tiempos?

— Creo que hoy cada vez tenemos un espacio más grande y es un hecho, la oportunidad de tomar un cargo directivo, de tomar las riendas de una casa, de una familia. Y si nos detenemos un poco a pensar esto, realmente somos las mujeres las que en este país atienden muchas cosas. Siempre hemos estado empoderadas, simplemente que no se le ha dado el lugar específico a la mujer.

— ¿A qué atribuye este despertar de las mujeres, que cree que detonó este movimiento feminista? 

— La necesidad que como sociedad tenemos, no como mujeres, hay necesidades que muchas veces no comunicamos y no expresamos. Sin duda pienso que ya era una necesidad que la mujer tuviera desde hace muchos años ese lugar y ese respeto para dejar a un lado ese pensamiento de que sólo está para ser mamá y ser la que cuida la casa. Entonces es eso, que sepan que como mujeres tenemos las mismas oportunidades y capacidades que un hombre.

— Muchas veces hemos escuchado frases de cómo tenemos que comportarnos ante la sociedad, inclusive de nuestra propia familia, de cómo debemos vestir y de que siempre nos tenemos que ver bien para un hombre. ¿Cree que en realidad nosotras nos tenemos que arreglar o ver bien para los demás, para un hombre, o más bien arreglarnos para nosotras mismas?

— Yo creo que las mujeres tenemos que arreglarnos para la persona que ves a diario en el espejo, que somos nosotras. A mi me gusta arreglarme también cuando mi hijo me dice “mamá estás muy guapa”, pero también creo que es por nosotras mismas no por nadie más. Yo a los 18 años tuve un problema muy grande de bulimia, te puedo decir que cuando estaba embarazada mi mayor problema era verme gorda y ocultaba mi panza lo más que podía, somos víctimas de la mercadotecnia porque antes no había ninguna revista que dijera “quiérete más”, afortunadamente hoy en día si las hay.

— Precisamente el movimiento feminista también va mucho de la mano de la oposición a estos estereotipos impuestos por la sociedad y de estas reglas que deben ser cumplidas, que si eres gorda, flaca, alta, bajita, que si te arreglas poco o mucho, en fin mil y una cosas más. ¿Piensa qué esto pueda ser un impedimento para que nosotras podamos empoderarnos y por qué?

— Tenemos dos opciones, al ver todas estas fotos en redes sociales, o te mueres de envidia porque tienen esos grandes cuerpos trabajados y con abdomen plano o te inspiras. Yo prefiero la segunda que es inspirarme y claro que impacta mucho, y se lo estas preguntando a una mujer adulta, pero si tú se lo preguntas a una niña de 15 años es muy difícil porque va a hacer lo que la sociedad le dice que “está bien”.

— Sin duda que usted siendo directora de este campus inspira a muchas mujeres a saber que sÍ podemos llegar muy lejos y hasta donde nosotras nos propongamos, ¿qué consejo nos daría para no rendirnos y para no aguantar ninguna injusticia?

— El simple hecho de compartir esa fortaleza que muchas veces no tienes con las mujeres, el hecho de ver a una compañera que está mal y darle la mano o de abrazarla es parte muy importante, el estar cerca. Si ves que una conocida tiene un problema piensa en ti, piensa en cómo te gustaría que los demás reaccionaran hacia ti y eso es lo que yo hago, demuéstralo, así es como creo que uno inspira y marca un cambio.

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La finalidad de esta entrevista es lograr que tú, alumna, maestra o mujer del personal administrativo sepa que la vida de nadie es perfecta, es saber que desafortunadamente en México sigue siendo un gran obstáculo el simple hecho de ser mujer, pero que eso no debe detenerte ni debe impedirte crecer personal y profesionalmente; mucho menos debe ser un motivo para que pierdas el respeto, amor y valor por ti misma. 

El propósito también fue conocer las batallas que nuestra directora Montserrat ha tenido que luchar para estar justo en el punto donde se encuentra hoy y para ser la gran mujer que inspira con su ejemplo, con sus acciones. 

Gracias maestra Erika Montserrat por permitirnos entrar y conocer su corazón y por motivarnos cada día a ser la mejor versión de nosotras.

Arantza Neri

Corresponsal ICEL. Campus Tlalpan

Las opiniones expresadas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Universidad ICEL.