Corresponsales

Hoy en día vivimos rodeados de una infinidad de información en distintos medios de comunicación y se sabe que los jóvenes se informan, en su mayoría, a través de redes sociales; sin embargo, no siempre fue así. Hoy hablaremos de uno de los clásicos medios de comunicación: la televisión. 

En la mayoría de los hogares mexicanos se puede encontrar un televisor y es que desde hace años se ha convertido en parte esencial de nuestra historia. Gracias a ella nuestros padres y abuelos podían seguir las noticias y enterarse de lo que pasaba del otro lado del mundo, nosotros mismos logramos disfrutar de nuestras caricaturas favoritas por medio de su pantalla y cómo olvidar las tardes de películas o los fines de semana de fútbol. 

Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo llegó la televisión a nuestro país o cuándo sucedió la primera transmisión? 

Para 1939 la televisión abierta en blanco y negro ya era una realidad en varios países, sin embargo, la televisión abierta aún no existía en México y no fue hasta el 19 de agosto de 1946 que se realizó la primera transmisión en blanco y negro, desde un cuarto de baño en algún lugar de la capital del país, donde vivió Guillermo González Camarena.  

El éxito de dicha transmisión fue tan grande e impactante que el 7 de septiembre de 1946 a las 20:30 horas, se inauguró oficialmente la primera transmisión de televisión; XEIGC. Esta emisora transmitió los sábados, durante dos años, un programa artístico y de entrevistas. Todos estos hechos ayudaron a que unos años después el mismo González Camarena inventara la televisión a color. 

Es tan larga y compleja la historia de la televisión en nuestro país que, si de algo estamos seguros, es que nuestra vida no sería la misma sin aquellos programas que crecimos viendo y que le dieron reconocimiento y fama a una infinidad de celebridades. Aún en la actualidad, la televisión sigue teniendo gran relevancia para el mundo y para la comunicación.

primera_transmision_

Octavio Servín

Corresponsal ICEL. Campus Coacalco

Las opiniones expresadas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Universidad ICEL.