Corresponsales

El domingo seis de noviembre en punto de las 10:00 de la mañana ya me encontraba en la puerta principal del autódromo Hermanos Rodríguez. Estaba emocionado de vivir una experiencia nueva, donde podría sentir el rugir de los motores de autos Nascar por toda la pista.

Tengo que reconocer que el acceso fue rápido y fluido, ya que a esa hora aún no se encontraban muchos espectadores, lo cual agradezco muchísimo, porque el sol ya se encontraba en su esplendor. 

En la explanada se podían apreciar algunas representaciones de autos de Fórmula Uno y Nascar, además que diversas agencias automotrices aprovechaban el espacio para promocionar sus modelos recientes, invitando a los espectadores a conocer sus modernos interiores ofreciendo múltiples planes de financiamiento. 

El ambiente que se vivió el pasado domingo 30 de octubre por la carrera de la Formula Uno en la Ciudad de México todavía persistía en el ambiente del autódromo. Si todavía lo deseabas podias adquirir con los vendedores del inmueble una gorra o una playera de escudería Red Bull con el número 11 de “Checo” Perez.

Las Food Trucks ya estaban presentes desde esa hora, preparando las brasas para las parrillas y más que listos para antojarnos con el delicioso aroma de las hamburguesas, hot dogs, burritos, papas fritas y alitas al carbón. Más tarde regresaría por un bocado, una vez que la adrenalina de las carreras despertaran mi apetito.

Me dirigí a la grada uno y me sentí muy aliviado al saber que esta contaba con un techo bastante amplio que me protegería de los fuertes rayos del sol durante la mayoría de mi estancia. Desde que caminé para buscar mi asiento, la pista ya estaba ocupada por autos poderosos que competian por el primer lugar.

La serie Nascar este año tuvo varias categorías de competencia, por lo que tenía aseguradas horas de entretenimiento y adrenalina en mi asiento.

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Desde las 10:00 de la mañana ya se estaba llevando a cabo la carrera de Súper Turismos Light; a las 11:00 inició la carrera por la COPA TC2000; a las 12:00 del dia ya estaba disfrutando de la carrera de Súper Turismos, y tras un ligero descanso para ir por alimentos y estirar un poco el cuerpo, alrededor de la una de la tarde ya estaba iniciando la carrera de Trucks, que es la categoría de Nascar donde compiten camionetas modificadas.

A las 2:30 de la tarde, se hizo la presentación de los autos Nascar que iban a participar en la carrera estelar del evento, donde muchos asistentes aprovecharon para tomarse una fotografía con su vehículo favorito. Los medios de comunicación realizaban entrevistas a los pilotos y los medios publicitarios aprovechaban el espacio en todo momento para hacer promoción de sus productos y recordar que gracias a su patrocinio, eran posibles este tipo de eventos. 

Si tengo algo que reconocer en este evento en cuestión de marketing, es que las empresas optimizan a la perfección cada espacio, para poder incluir su logo en alguna parte del auto, y los logros de los pilotos representan dignamente la esencia de la marca patrocinadora.  

Después de hacer honores a la bandera y apreciarla desde los aires elevada por un helicóptero de las fuerzas armadas, cada piloto tomó lugar en su auto para salir al circuito y prepararse para la carrera. La bandera verde ondeó y comenzó la emocionante carrera a 120 vueltas, donde se pudo disfrutar de todo tipo de emociones, desde valientes rebases al competidor de enfrente, hasta choques debido al amontonamiento de vehículos en las curvas. La carrera se la llevo el piloto regiomontano Abraham Calderon y lo celebró con todos sus seguidores en las gradas. 

Terminando la carrera, uno podía permanecer en su asiento para disfrutar la competición de niños a cargo de sus go karts. Es increíble que niños desde los cinco años ya se están formando para ser los futuros pilotos de Nascar y saber que pude ser testigo de ello. 

El último evento preparado para cerrar el Speed Fest Nascar de este año fue un concierto de rock, donde la banda Delux tuvo la oportunidad de tocar a todo volumen sus éxitos y corearlos junto con sus fans.

Era momento de regresar a casa, no sin antes apreciar por última vez la pista de carreras, que sin lugar a dudas fue un lugar increíble para hacer vibrar mis emociones y pasar un día emocionante, sorprendiéndome con la velocidad de los autos y con el rugir de sus motores. Sin duda espero volver a asistir el próximo año.

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Ernesto Peña

Corresponsal ICEL. Campus Zaragoza

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