La flor de cempasúchil y el Día de Muertos

En el náhuatl, la flor de cempasúchil significa ¨Flor de veinte pétalos¨ (Cempohualli/Veinte y Xochitl/Flor). Con matices amarillas, naranjas y un aroma profundo, esta hermosa flor representó la vida y la muerte para los mexicas y hasta la fecha se coloca en los altares de muertos como una tradición que ha permanecido hasta nuestros días.

En aquellos tiempos, los antiguos mexicas relacionaban el color de esta planta con el sol, incluso se creía que su aroma atraía a los muertos, por eso eran colocadas en ofrendas dedicadas a éstos.

La tradición nos indica que hay que acomodar un camino con los pétalos de cempasúchil, desde la entrada de la casa hasta el altar, con el propósito de guiar a las almas hacia los altares.

Cabe señalar que, a pesar de ser una flor originaria de México, en la actualidad,el principal productor de esta es China, puesto que en dicho país se le dan múltiples usos medicinales.

¿Cómo nace la leyenda de la Flor de Cempasúchil? 

Se sabe que los amantes, Xóchitl y Huitzilin acudieron ante el dios del sol Tonatiuh a pedir su bendición. Al hacerlo, su unión no tuvo mucha duración debido a que Huitzilin muere en guerra. Xóchitl rogó al dios que fusionara su alma con la de Huitzilin, éste al verla tan deprimida, la convirtió en flor. 

Por mucho tiempo la flor permaneció cerrada hasta que un colibrí, atraído por el aroma, llegó a ella. La flor se abrió al reconocer a su amado Huitzilin que se había convertido en esa ave para poder visitarla.

Así, se sabe que el amor de la pareja azteca perdurará mientras existan colibríes y flores de cempasúchil en los campos mexicanos. Por eso mismo, la flor de cempasúchil forma parte de la cultura popular y es protagonista en el festejo del Día de Muertos.