Especialista ICELGastronomíaNutrición

El Día mundial del veganismo se celebra desde 1944, año en el que se fundó la primera organización vegana “The Vegan Society”. El objetivo fue promover el respeto a los animales, excluyendo en la medida de lo posible y practicable todas las formas de explotación y crueldad hacia los animales con fines de alimentación.

Sin embargo, este estilo de vida ya era practicado desde tiempos remotos; filósofos como Pitágoras creían en la reencarnación y se rehusaban a consumir productos de origen animal porque creían que tenían alma. 

Más adelante, la exclusión de alimentos de origen animal se comenzó a establecer en diferentes sociedades desde un concepto ético, de salud y hasta religioso como el budismo o, de forma algo más extremista, al jaínismo, religión que solo consume los alimentos que ofrece la naturaleza, sin arrancarlos de la tierra ni cocinarlos en horario nocturno con tal de no matar insectos. 

Pero ¿qué es realmente el veganismo?

El término “vegano” fue propuesto por Donald Watson, fundador de Vegan Society, para identificar a este estilo de vida de las demás variantes del vegetarianismo (lacto-vegetarianos, ovo-vegetarianos, ovo lacto-vegetarianos, entre otros), donde la exclusión de productos de origen animal no se realiza en su totalidad.

 Es así que el concepto de veganismo se traduce a la exclusión total de alimentos y/o productos de origen animal (leche, huevo, carne, pollo, pescados, mariscos, miel, etc.) y sus derivados en la dieta de quien lo practica. 

Fundamentos en los que se basa el veganismo

Existen tres tipos de fundamentos en los que se basa el veganismo:

Veganismo dietético. Se fundamenta en la única razón de la preservación de la salud. Entiende las dietas animales como nocivas y tóxicas para el bienestar del cuerpo.

Veganismo ético. Quizá sea una de las razones por las que la mayoría de las personas se inclinan por este estilo de vida. Pues consideran al veganismo como un código moral que debe ser practicado para fomentar el respeto y el trato justo con los animales, así como a contribuir a mitigar los efectos devastadores que las prácticas ganaderas tienen sobre el medio ambiente

Veganismo ambientalista. Su principal motivación es el ecologismo y la preservación de la biodiversidad del planeta. Se abandonan todo tipo de productos de origen animal, ya sean o no comestibles.

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¿Cómo incorporarse al veganismo?

Como en toda dieta y/o régimen alimenticio, deberá hacerse de manera gradual para adaptarse a los cambios alimenticios que este estilo de vida demanda; comer de forma vegana, al igual que otros hábitos, requiere de tiempo y práctica.  

Sin embargo, cabe mencionar que esta transición deberá llevarse de la mano de un especialista que supervise y planifique correctamente una dieta en la que se evite cualquier tipo de descompensación nutrimental, pues gran parte de las proteínas esenciales, así como de vitaminas (principalmente B12) provienen de productos de origen animal, mismos que como ya se mencionó, no forman parte de la lista de alimentos de un vegano.

Como regla general, los productos cárnicos, así como el huevo, pueden ser sustituidos por legumbres, tempeh, tofu y seitán; para el caso de productos lácteos, se sustituyen por frutos secos, leches vegetales enriquecidas con calcio, regularmente de soya, y algunos vegetales.

Identificar de manera independiente a los alimentos que conforman nuestra dieta diaria como productos naturalmente veganos (origen vegetal), es el primer paso para llevar a cabo la transición.

Posteriormente se puede analizar qué tipo de platillos pueden modificarse sin mayor esfuerzo y que sean aceptables al paladar, es decir, que el cambio sea lo más cercano a lo que acostumbramos a disfrutar. Por ejemplo, podemos sustituir la carne de una hamburguesa o de una lasaña, por soya texturizada; la nata de avena puede ser muy buena opción en la elaboración de una salsa blanca (libre de productos lácteos) para acompañar una pasta; o sustituir la leche de vaca por una de soya para un clásico arroz con leche.  

Sustituir alimentos de origen animal por alternativas veganas de manera progresiva, es un buen inicio para familiarizarte con el veganismo.

En conclusión

Cambiar de hábitos alimenticios no siempre debe significar un sacrificio; por el contrario, debe generar una satisfacción personal y traer consigo bienestar socioemocional que permita desarrollar cambios en los paradigmas de la alimentación y la relación del ser humano con su entorno.

Existen muchas vías para adoptar el veganismo como un estilo de vida, cualquiera es válida, pero al final es una decisión por convicción que cada uno debe tomar a conciencia y responsabilidad.

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FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

Ariana Samperio Tellez

Especialista ICEL. Lic. en Gastronomía

Docente de Gastronomía y Nutrición 

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